La mítica Plaza de la Trinidad fue escenario de una espontanea reunión de amigos del continente, para ofrecer a los transeúntes locales y extranjeros una presentación de diversos géneros del Río de la Plata y el Caribe.
Esta orquesta sin nombre y sin mas pretensiones que gustarle al público y la diversión entre amigos de distintos países como Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, España y Colombia, desplegó su talento, su cultura e idiosincrasia en la cuna de la independencia de Cartagena.
La Plaza de la Trinidad, es sin lugar a duda el lugar mas democratizante del Corralito de Piedra, pues allí se reúnen como iguales extranjeros, locales, grandes y chicos, sin fronteras invisibles ni mesas de restaurantes "finos" ocupando el espacio público.
Alexis Oliveto, saxofonista de la Orquesta y natural de Buenos Aires, le dijo a El Espejo Negro que se sentían muy a gusto en Cartagena y que la próxima semana continuarían su viaje rumbo a Venezuela.
Me gusta! Suena bien este ritmo, es contagioso. Y lo mejor es compartirlo con los demás sin ningún tipo de discriminación...