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| Biblioteca Distrital, Barrio El Socorro |
Por: Brian Indignado
En el aire. Así se sienten actualmente quienes durante los últimos cuatro años han hecho parte de la Red de Bibliotecas y Centros Culturales, luego de que desde el pasado mes de abril se les vencieran sus contratos por orden de prestación de servicios (OPS).
Según expresaron a este medio más de 40 trabajadores de la Red de Bibliotecas y Centros Culturales, la medida obedece a las nuevas políticas implementadas por el Instituto de Patrimonio y Cultura, IPCC, según las cuales las bibliotecas pasarían a manos de las Juntas de Acción Comunal (JAC) de los diferentes barrios en los cuales se encuentran ubicadas.
“Nos parece un completo absurdo lo que ha venido haciendo el IPCC, con el consentimiento de Oviris Caraballo, en calidad de Directora, y el señor Grimaldo Aparicio, como Jefe de la División de Cultura, con relación a quienes sólo nos hemos dedicado a trabajar por la cultura de Cartagena”, aseguró Bryan Verena, coordinador de uno de los movimientos juveniles que ha estado vinculado a la Red Distrital de Bibliotecas.
Los trabajadores de Red de Bibliotecas manifiestan que aunque no tienen ninguna certeza acerca del pago de sus servicios, muchos han continuado realizando su trabajo con la comunidad. “Pese a que en este momento nuestros contratos no están vigentes, y muchos hemos recibido la orden de no acercarnos a las bibliotecas y centros culturales, seguimos trabajando, a la espera de que la situación pueda ser aclarada”, manifestó uno de los trabajadores del Centro Cultural Las Palmeras, quien prefirió no revelar su identidad.
Quienes hacen parte de la Red Distrital de Bibliotecas y Centros Culturales manifiestan que las JAC no cuentan con la infraestructura necesaria para cumplir con dicha asignación, por lo que temen que se presenten serias irregularidades en su administración.“Las JAC no reúnen los requisitos para administrar las diferentes bibliotecas y centros culturales. Tenemos gran temor de que los libros empiecen a desaparecer, o que los computadores sean hurtados o dañados. También nos preocupa cómo va a ser manejado el tema de los pagos de los servicios públicos”, reitero Bryan Verena.
Por su parte, los jóvenes pertenecientes a los diferentes grupos musicales urbanos de hip hop, rap, ritmos folclóricos, entre otros, manifestaron a este medio que actualmente no cuentan con los espacios de las bibliotecas y centros culturales para el desarrollo de las actividades culturales que venían realizando durante los fines de semana.
“Nosotros realizábamos un evento todos los viernes, que se llama Hip Hop: una sola voz, que lo hacíamos en la Biblioteca Jorge Artel, pero actualmente no podemos hacerlo porque no contamos con los permisos del IPCC, y sentimos que hay mucha desorganización”, dijo uno de los miembros del colectivo Expresiones, un grupo juvenil dedicado a la promoción de la cultura musical del Hip Hop.
QUÉ DICE EL IPCC
Este medio contactó a Oviris Caraballo, directora del IPCC, con el fin de conocer su versión con respecto a la situación actual de las bibliotecas y centros culturales. Caraballo manifestó que “la idea es que sean las mismas comunidades quienes administren las bibliotecas y centros culturales. Las Juntas de Acción Comunal siempre han sido fundamentales en esta labor”.
Se intentó conocer mayores detalles acerca de las implicaciones que esta medida traería consigo, pero la funcionaria manifestó que “no contaba con tiempo suficiente para atender a la prensa”.
*Las opiniones expresadas en el presente texto no comprometen el pensamiento de El Espejo Negro.
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