Las calles, los techos y las paredes de la supervivencia. Fotografía: Carlos E. Rivera Ruiz |
El Espejo Negro estuvo el viernes 27 de abril acompañando
una jornada de salud, recreación y atención psicosocial realizada por el Secretariado de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cartagena en un sector altamente
vulnerado por la pobreza, la recepción continua de población desplazada, el
invierno y la miseria; y se nos estrelló la realidad de centenares de
colombianos en la cara.
El sector del 3 de junio ubicado en las estribaciones de la “montaña”
que quedó de la clausura del antiguo relleno sanitario, hace parte del barrio Henequén, y comparte fronteras con Nelson Mandela, Manuela Vergara de Curi y El
Nazareno. En esta invasión viven más de 1000 familias compuestas en su mayoría
de población desplazada de la violencia, e incluso de desplazamientos internos
de la ciudad. El sector con un poco más de cinco años de fundado no cuenta con
alcantarillado, su servicio de energía es deficiente y el agua potable solo
llega en las noches.
Merlis La-verde, Una mujer aguerrida y líder de su comunidad nos enseñó el sector de El
Laguito que no es más que el caño Veinte, que nace en el vecino barrio de Henequén y termina en el barrio Nelson
Mandela y por donde corren aguas fétidas y contaminadas que ya han provocado emergencias y que de seguro provocará más apenas inicie en serio la temporada
invernal en Cartagena.
Las condiciones de estas familias
son muy complejas. Están asentados entre una loma de tierra altamente inestable
y un caño putrefacto. Tuvimos la oportunidad de conversar y entrar a las casas de las familias con más alto riesgo, pues el caño ya se llevó sus patios y en
la noches ya no pueden dormir por la angustia de nuevos deslizamientos. Son gentes
de todas partes del país que comparten lo poco que tienen con lo mucho que
arriesgan.
Los niños sufren de innumerables
enfermedades, pues el suelo y las aguas están contaminados por los residuos del
antiguo relleno sanitario, sus caminos son trochas que en el invierno son
intransitables y la maraña de cables de electricidad les acuña más
preocupaciones.
Sin embargo son personas
muy cordiales que reciben con una sonrisa y dan la bienvenida con amabilidad a sus casas inclinadas
por la inestabilidad del terreno, no obstante es desgarrador ver
los niños jugando desnudos en un suelo contaminado, o al lado de un caño
nauseabundo.
La situación más grave se
presenta por la cercanía del Caño Veinte con las casas de El Laguito, pues ya
han sufrido por sus efectos en temporadas invernales pasadas y eso ha mostrado el panorama que se les viene a esas familias cuando lleguen las lluvias.
El Espejo Negro publica estas imágenes para llamar la atención de aquellos que se rasgan las vestiduras en las redes sociales, pidiendo por un mundo más justo, pero se hacen los ciegos a los problemas reales de una de las ciudades más desiguales del país que ocupa el tercer puesto en desigualdad social a nivel mundial.
El Espejo Negro publica estas imágenes para llamar la atención de aquellos que se rasgan las vestiduras en las redes sociales, pidiendo por un mundo más justo, pero se hacen los ciegos a los problemas reales de una de las ciudades más desiguales del país que ocupa el tercer puesto en desigualdad social a nivel mundial.
Panorámica de la jornada de atención a la comunidad del 3 de Junio. |
Vídeo: una madre desplazada por el conflicto intenta continuar su vida en la ciudad
Fotografías: Carlos E. Rivera Ruiz
La alegría de los niños. |
Nidia Rosa Chavez, desplazada de Montecristo-Bolívar. Vende bolis para poder sobrevivir. |
Que haces tú por brindar mejores condiciones a las nuevas generaciones?