Para nadie es un secreto que la radio en Colombia es financiada
por las “cuñas” que pagan empresas privadas o “artistas” que deben pagan Payolas
en detrimento de la industria musical, y a la postre del radioescucha que
termina cantando la basura del momento.
Tampoco es un secreto que la radio en Cartagena dista mucho
de ser una radio de vanguardia, con amplia oferta musical, con espacios para la
formación de ciudadanía, de la cultura o las artes (a excepción de UDEC radio,
Colectiva Stereo y las grandes cadenas de noticias).
Sin embargo el mayor Cáncer de la radio está en la mordaza
que sumisamente se atan los hombres que diariamente transmiten noticieros en la
AM. Sujetos que a diario visitan las
corporaciones distritales y departamentales en busca de “chivitas”, ya no para
salir de inmediato al aire a transmitirlas, sino para ganar dinero por la no
publicación.
Esa modalidad (secreto a gritos) viene haciéndole mucho daño
a la opinión pública cartagenera, que debe conformarse con las buenas noticias
cargadas de adulación, derivadas de algún funcionario o empresa "contribuyente". Y
de otro lado, los mas feroces ataques contra empresas o funcionarios que no pautan.
La UNESCO proclamó el 13 de febrero de 2012 como el Primer Día Mundial de la Radio
para "celebrar la radiodifusión, mejorar la cooperación internacional entre las emisoras de radio y fomentar la toma de decisiones para crear y proporcionar acceso a la información a través de la radio, incluyendo las radios comunitarias". Por ello es muy
importante llamar la atención sobre la información radio difundida que recibe la
audiencia más amplia que según la
ITU (Unión Internacional de telecomunicaciones) “alcanza el
95% de prácticamente cualquier segmento de la población mundial” (audio del Día Mundial de la Radio)
La radio necesita periodistas y locutores comprometidos con
la ciudadanía y con el respeto por esta. Ser periodista requiere altos niveles
de altruismo y compromiso social. La pregunta es, ¿cómo romper un círculo
vicioso y perverso tan enquistado en la esfera radial local? ¿Cómo encontrar modos
de financiación que no amordacen este importante medio de comunicación? ¿Cual es
la responsabilidad de la opinión publica frente a este modus operandi de la
radio?
P.D: la radio en FM también es un adefesio. La “oferta musical”
es tan vulgar y frívola que ya no hay opciones. Lo más triste es que esa
audiencia más amplia, carente de elementos de juicio se entrega impávida a la
mediatización y alienación del “rebuleo y el sandungueo”.
Carlos Rivera Ruiz
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